domingo, 6 de febrero de 2011

LA ESTRATEGIA: UNA OBLIGACIÓN PARA MANTENERSE EN EL MERCADO

En la actualidad es común observar en titulares de periódicos a nivel mundial, cómo un gran número de empresas que en un momento de la historia fueron muy prósperas,  han quedado devastadas ante el fenómeno de la globalización  y todos los cambios que ésta conlleva.  Lo cierto es, que para sobrevivir y permanecer en  el mundo de los negocios internacionales es necesario ser estratégico y ello implica estar atento ante el cambio.
Cuando se es estratégico se piensa diferente, se actúa diferente,  esto implica comprender que las estrategias no son formulas exactas que se pueden aplicar en cualquier situación dada, sino todo lo contrario,  las estrategias son un conjunto de acciones que nos orientan a desenvolvernos en determinadas situaciones y que por lo general no suelen repetirse, por ende podríamos concluir que una estrategia nunca es exactamente igual.  
El gran error que cometen muchos Directivos al momento de realizar la planeación estratégica de su empresa es fijar un conjunto de estrategias que a largo plazo tal vez no podrán llevarse a cabo,  porque las situaciones  del entorno cambian constantemente y lo más probable es que este les exija actuar de una forma diferente. Ya no se trata de momentos de auge y de crisis, en el mundo en el cual estamos inmersos ahora, la única constante es el cambio y por ello se hace necesario estar alerta y tener una capacidad de reacción rápida.
Lo anterior, sólo se logra cuando la empresa es capaz de entender el entorno donde se desenvuelve; cuando esta tiene en cuenta que existen unas fuerzas que pueden afectar tanto de manera positiva como negativa su manera de proceder, dichas fuerzas que moldean su maniobrar son: los clientes, los proveedores, los sustitutos, los competidores y los nuevos competidores.
Con  base a esto las empresas deben estar diseñando constantemente estrategias dinámicas y flexibles que les permitan diferenciarse en el mercado,  logrando un posicionamiento y un sostenimiento a largo plazo.
Para concluir, podríamos plantear que los negocios internacionales son como un camino, camino que se puede recorrer de distintas formas dependiendo de la situación por la que atraviese cada empresa, este camino podrá tener atajos, que llamaríamos, en este caso,  estrategias. Pero siempre el objetivo será el mismo,  llegar a la meta o lugar de destino; ser y mantenerse competitivo.  
El éxito en el mundo de los negocios internacionales no es un camino claramente definido, sino todo lo contrario son muchos los atajos los que se pueden tomar, caminos que serán trazados según la estrategia que en su momento efectué cada empresa.



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